Ahora que todo gira en torno a la sostenibilidad, fuera y dentro de la industria de la moda, te has detenido a pensar en realidad ¿qué es la sostenibilidad? ¿Cuál es su verdadero significado? ¿Qué significado le dan las marcas? Tal vez te sorprenda saber que en el sentido estricto de la palabra la sostenibilidad se refiere a “aquello que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente” (RAE); si nos inclinamos por la definición de la ONU sostenibilidad es “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Interesante, ¿cierto? ¿Era lo que pensabas que significaba?
Probablemente creías que tenía más relación con el uso de textiles reciclados en las prendas, o la disminución de agua en la producción, o la utilización de algodón orgánico, o tener certificaciones de calidad superior en los procesos. Y sí, estos conceptos están relacionados de alguna manera con la definición de “sostenibilidad”, pero también es cierto que las marcas están explotando la definición, por lo cual es muy probable que tu marca ‘consciente’ favorita esté haciendo uso del greenwashing para que te sientas bien comprando sus prendas.
El greenwashing es cuando una empresa u organización dedica más tiempo y dinero a promocionarse como ecológicos que en minimizar su impacto ambiental. Es un truco publicitario engañoso destinado a engañar a los consumidores que prefieren comprar bienes y servicios de marcas verdaderamente preocupadas por el medio ambiente. Pero tranquilo, aún cuando hay marcas maliciosas, el greenwashing rara vez es causado por complots para engañar, más a menudo es el resultado de un exceso de entusiasmo. Es fácil ver por qué los especialistas en marketing están entusiasmados: según el Informe de sostenibilidad corporativa global de Nielsen, el 66% de los consumidores gastarían más en un producto si proviene de una marca sostenible, y esa cifra aumenta al 73% entre los millennials. Pero no te preocupes, hay muchas empresas maravillosas que cuentan sus historias medioambientales al mundo, e incluso algunas que no lo son, pero que deberían hacerlo. A continuación te compartimos algunos puntos que puedes empezar a verificar para adquirir marcas más confiables y comprometidas con la ‘sostenibilidad’
10 tácticas básicas de greenwashing que debes evitar:
- Lenguaje impreciso: palabras o términos sin un significado claro (p. Ej., “Ecológico”)
- Imágenes sugerentes: imágenes que dan una impresión verde (injustificada) (por ejemplo, flores que brotan de los tubos de escape)
- Afirmaciones irrelevantes: énfasis en un pequeño atributo verde cuando todo lo demás es anti-verde
- Se jacta de ser “el mejor en su clase”: declaración de que eres un poco más ecológico que el resto, incluso si el resto es bastante terrible
- Amigos imaginarios: una etiqueta que parece un respaldo de un tercero … excepto que está inventada
- Sin pruebas: una afirmación que podría ser correcta pero que no tiene pruebas.
- Mentiras descaradas: afirmaciones o datos totalmente fabricados
Recuerda que al final es responsabilidad de nosotros como consumidores demandar mejores prácticas y productos a todas las industrias.