John Galliano, actual director creativo de Maison Margiela, ha presentado en el marco del París Fashion Week la colección ss2021 inspirada en el tango de Buenos Aires y en toda la cultura de la que forma parte. La revisión lo ha llevado a una estética tétrica, oscura y una clara resignificación del movimiento y dinamismo del cuerpo en una danza interdependiente.
La inspiración parte de un viaje a Buenos Aires realizado por el diseñador, en donde él llamó: conocer el “verdadero tango”. Luego de ser invitado a una presentación en un antiguo almacén abandonado, Galliano decidió tomar la danza como un medio de expresión y contar una historia llena de pasión, magia e imaginación.
El cortometraje presentado es, en realidad, una continuación del proyecto S.W.A.L.K. : un corto dirigido por John Galliano en donde se muestra cómo las técnicas desarrolladas de manera artesanal, se reconfiguran para la presentación prêt-à-porter. Aun así, podemos destacar que, a pesar de su industrialización artística, no se pierde bajo ningún punto de vista, la esencia de la artesanía.
En un contexto como el actual, la propuesta de colección evoca también la importancia de la conectividad e interdependencia, cuestiones que se revalorizan en tiempos de separación. Tanto el sentido de comunidad, valores familiares como el intercambio generacional son fundamentales para la cultura del tango. En el cortometraje podemos apreciar con claridad estos elementos, así como también la significación catártica de la danza: la liberación del espíritu de lo viejo, la lujuria que inspira a seguir adelante.
“Vigorosa e intensa, la danza es catártica: libera el espíritu de lo viejo, inspira la lujuria para seguir adelante. Implica aceptación; presagia nuevos comienzos; invita al cambio”.
Dentro de la propuesta encontramos su clara inspiración caballeresca de los trajes aristocráticos del siglo XIX, así como una paleta integrada principalmente por el negro y rojo que aluden sin lugar a dudas a la cultura del tango. Como resultado de esta composición conceptual, y añadiendo su visión dramática, oscura, intensa y hasta terrorífica, dio con prendas que parten del deconstructivismo, el reciclaje y la transformación simbólica de piezas vintage. Las prendas antiguas se revelan en sus deconstrucciones a partir de piezas conformadas a partir de elementos reutilizados como jerseys, camisas y chalecos. Estos recursos de resignificación y reciclaje podemos vincularlo con el lema de “librar la energía de lo viejo y revitalizar la tela”.
La sastrería se transforma dando lugar a estructuras que se abren mediante cortes, chaquetas que dejan al descubierto hombreras con un particular acabado en punta, looks que se completan con organzas transparentes, camisas deconstruidas, blusas de encaje con patchwork, faldas de satén, vestidos de muselina y tul. Una colección que, sin lugar a dudas, nos ha fascinado desde su teatralidad, imaginación, amor por la moda y cuidado por alta costura combinado con su faceta industrial del prêt-à-porter.