Ana Barriga, artista española (Jerez 1984) ha inaugurado su exposición individual Maní el pasado viernes en la galería Kristin Hjellegjerde de Londres, que estará hasta el 8 de febrero. La artista expone una nueva serie de pinturas surrealistas e imaginativas que visualizan la vida cotidiana en la comunidad de Maní. A partir de esto, trata de burlarse de la vida real y de sus convenciones haciendo que el espectador se ría y cuestione los pilares que consolidan las civilizaciones.
Barriga nos muestra como es ella a través de sus pinturas; juguetona e imaginativa, describiendo su lugar de trabajo como “un lugar compartido por artistas y niños” haciendo referencia al uso de juguetes como de objetos decorativos a partir del origen de los materiales, como también del proceso creativo en el cual pinta, destruye y vuelve a ensamblar como partida de origen esos materiales para liberar su imaginación.
Para esta exposición, la artista ha ido recogiendo minuciosamente objetos y materiales de mercadillos para crear una especie de archivo curado de la cultura popular residual.En vez de querer encontrar coherencia cultural en sus obras, Barriga ha eliminado los contextos de la vida actual y ha reinventado habitantes de una sociedad fantástica basada en el concepto principal de su exposición, el maní. Lo ha querido representar desde un Dios hasta en los civiles, la comida, monumentos. Por ejemplo en una de sus obras muestra a un tigre transportando cacahuetes, mientras que otra muestra a los guardianes de una tumba sagrada comiendo esos cacahuetes que se supone que deben proteger. Ana Barriga invita al espectador a comprometerse imaginativamente con su trabajo, creando al mismo tiempo paralelismos de la vida real, representando el mundo con metáforas. En estas obras además de haber contrastes y contradicciones en las imágenes de Barriga, también se puede observar los procesos creativos que ha creado. Dando un enfoque como pintora totalmente distinto al convencional a la hora de mezclar diferentes texturas resaltando el deseo que tiene Ana por la experimentación queriendo acabar con los límites artísticos, permitiéndole de esa manera crear arte de una manera más fluida y espontánea, utilizando el humor y explorando cuestiones históricas y culturales.
Una exposición original y sobrenatural que tiene como primer objetivo atraer al espectador a un mundo paralelo al real y vibrante como es Maní, consiguiendo sumergir a éste, en la imaginación de otra persona. Maní es una celebración de como la experimentación, la imaginación y la creatividad puede inspirarnos y motivarnos para lograr un cambio.